dale que toma...
La verdad es que la noche de San Juan estuvo bien. Pasaron algunas cosas que no esperaba que ocurriesen. No me quería bañar pero me tuve que bañar. Tampoco quería pedir ningún deseo, pero al final lo acabé pidiendo. Era inevitable, y es que si lo pienso ahora, ¿para qué sirve la noche de San Juan si no es para esas dos cosas?. Comer, comí lo justo; beber, bebí poquito; cantar, canté bastante. Dí mi primer concierto ante gente que no había visto en mi vida, incluso me pedían canciones. Tocar mientras que una amiga cantaba (como los ángeles) a mi lado; tocar mientras veía como otro amigo se lo pasaba bien; tocar delante de la persona que me enseñó; tocar cuando pensaba que esa noche no me ibas a escuchar. Una noche completita a la que pude poner banda sonora.
"bailarás, saltarás esa hoguera que aparece
en tus ojos encendidos por ritos así...
baila y que se marchen las mañanas hacia el mes de abril..."
Sr. Chinarro - el rito
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